Por Sonia Garza González
El otoño es la época de transición que comienza a teñirse de ocio y nos prepara para el cierre del año. Es mucho más que hojas cayendo y un clima más fresco. Para el mundo de los negocios, representa una amplia ventana de oportunidades, un momento estratégico para diversificar ingresos, fortalecer lazos y anticiparse a las grandes campañas de fin de año. Es la recta final para sembrar y cosechar. También se vale redireccionar e innovar. En realidad, siempre se vale. Quizá hay cientos de productos y servicios similares, pero los detalles, los sellos personales y la idea de experiencia marcan la diferencia.
El mercado mexicano, con su dinamismo y diversidad, ofrece un terreno fértil para capitalizar las tendencias otoñales. Les cuento algunos:
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