Por Sonia Garza González*

El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), firmado en 1994, fue un acuerdo pionero que facilitó el comercio entre México, Estados Unidos y Canadá. Sin embargo, con el paso del tiempo, se hicieron evidentes algunas áreas de oportunidad del tratado original, especialmente en comercio digital, propiedad intelectual y derechos laborales. Ante estos desafíos, el T-MEC fue negociado para abordar estas cuestiones y crear un marco más robusto y equitativo.

El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que reemplazó al antiguo TLCAN, representa un hito significativo en la integración económica de Norteamérica. Desde su entrada en vigor el 1º de julio de 2020, ha buscado modernizar las relaciones comerciales entre estos tres países, adaptándose a las nuevas realidades, de ahí su importancia, vigencia y beneficios que aporta a la región.

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