Por Stephanie Henaro Canales
El futbol es un tablero de poder:
lo que cambia es quién
se sienta en el palco y quién
se queda en la grada.
Apuntes desde Café Colón.
Imagine el Estadio Azteca el 11 de junio de 2026: ceremonia inaugural, la cámara recorre el palco de honor, llega al asiento 001… y la butaca de la presidenta está vacía. En teoría, ese lugar lo ocupará “quien más lo necesite”, el beneficiario del boleto que Claudia Sheinbaum decidió regalar como gesto de sensibilidad social. Relato perfecto: la mandataria que renuncia a su privilegio y cede su lugar.
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