Por Stephanie Henaro
Si el himno nacional pudiera ser actualizado no cabe duda que la palabra guerra sería cambiada por narcoterrorismo.
Los mexicanos nos encontramos al grito de narcoterrorismo y, a diferencia de 1943, cuando el presidente Manuel Ávila Camacho expidió el decreto por el que se establece la versión oficial, hoy nuestra guerra no es externa y el enemigo además de interno, es conocido.
Lo conocen en los cuatro puntos cardinales de nuestro territorio y en las últimas semanas ha demostrado su poder con los secuestros masivos en el norte, los muertos en el sur después enfrentarse a la Guardia Nacional, los cuerpos desmembrados en el este y los calcinados en el oeste.