La princesa y la depresión

“Y vivieron felices para siempre” eso no existe. Ni para las princesas, ni para todas nosotras las plebeyas.

La princesa y la depresión
Susana Moscatel

Ciudad de México - Cuando la princesa Diana decidió dar una entrevista a Martin Bashir de la BBC en 1995 habló y habló de todo. En su momento todo parecía ser una telenovela en tiempo real que, como ella misma notó en esa plática, pensaba que sus revelaciones no iban a generar mucha simpatía, ¿Cómo iba a ser así? Lo tenía todo ¿No? Y es verdad, por más afecto que se le tenía al personaje, ella ya había conseguido su “Y vivieron felices para siempre” y luego dejó claro que eso no existe. Ni para las princesas, ni para todas nosotras las plebeyas. Pero hay un tema mucho más importante que en su momento no se discutió como se debía: la depresión y lo que realmente es lidiar con temas de salud mental. No importa si estás en el aparador de cristal más visible del mundo o en posición fetal en tu cama sin querer moverte de ahí. Ese monstruo debe ser entendido y atendido, no juzgado.

¿Por qué ahora? Porque en la recién estrenada quinta temporada de The Crown (Netflix) vemos el extraordinario trabajo de Elizabeth Debieki interpretando a Diana en esos momentos, y recreando las razones por las que decidió hablar de semejantes temas, asuntos que ni en la familia real ni en la mayoría de las familias se comentan. Además no podemos dejar de apuntar al hecho de que el año pasado Bashir fue al fin señalado oficialmente por haber creado documentos falsos para convencer a Diana de que no podía confiar en nadie más que en él. Si ella hubiese o no dado esa entrevista a pesar de ello, no lo sabemos. Pero él se tuvo que retirar del medio más prestigioso de Gran Bretaña el año pasado tras varias investigaciones al respecto. La BBC regresó todos los premios obtenidos por ello y ofreció disculpas a los príncipes y a la familia Spencer.

La manipulación de este reportero, sin embargo, es relevante y se debe hablar de ella precisamente porque necesitamos instituciones periodísticas en las que aún podamos creer. Y mucho más importante, porque las revelaciones sobre una terrible depresión post parto, bulimia y sí, el reconocimiento de que el ahora Rey Carlos siempre le fue infiel con Camila Parker Bowles ya solo se comentan como parte de la narrativa. Y no. No puede ni debe ser así.