¿El amor es ciego?

En nuestra sociedad, desafortunadamente nos enseñaron a medir el éxito de un matrimonio con un “felices para siempre” o el fracaso del mismo con un “se divorciaron”.

¿El amor es ciego?
Por Tamara Mena

Hay un reality show en Netflix que me tiene pegada al televisor; simplemente logra mantenerme intrigada, me aporta una dosis justa (y necesaria) de drama y sobre todo, me hace creer en el amor. ¿Tengo ya tu atención?

Este reality –conducido por Nick y Vanessa Lachey (si te suena el nombre es porque seguro lo recuerdas por 98 Degrees y Jessica Simpson)– se llama “Love is Blind” o “El amor es ciego” y busca probar que nos podemos enamorar creando una conexión emocional fuerte sin jamás habernos visto físicamente.

En este experimento social, 15 mujeres y 15 hombres, heterosexuales y solteros en busca del amor, tienen citas durante 10 días en una especie de “cápsula” diseñada para hablar entre ellos pero no verse. Después de estas citas rápidas, eligen tener citas más largas y conversaciones más profundas con quienes hayan sentido que pudiera haber algo especial.

Dentro de los 10 días, y después de compartir conversaciones llenas de miedos, secretos, inseguridades, vidas personales, valores e ideales, las parejas deciden si alguna de sus citas es tan compatible como para casarse, así que cuando se sienten listos, ellos extienden una propuesta de matrimonio para que ellas acepten… Wait, ¿what?

Así como lo lees… ¡No se han visto jamás! Y de hecho llevan aproximadamente 10 días de conocerse.

Una vez que él le propuso matrimonio y ella aceptó, es momento de verse cara a cara, para después pasar unos días de vacaciones con el fin de conocerse más a profundidad y tener oportunidad de ser íntimos físicamente; además de conocer a las otras parejas comprometidas resultado de este experimento. Se encuentran también con personas que rechazaron o con quienes también crearon un fuerte vínculo pero no eligieron para matrimonio… Y esto se sigue poniendo más bueno.

Pasadas las vacaciones, ahora sí es momento de regresar “a la vida real” en donde tienen 4 semanas para planear sus bodas, conocer a sus respectivos amigos y familiares, involucrarse en sus vidas y vivir juntos por primera vez. Cuando llega el momento de la boda, frente a familiares y amigos, deciden decir “sí acepto” y tomar el riesgo de creer haber encontrado el amor verdadero, o huir para siempre de quien pudo haber sido su destino. *Awwwww* (suspira).

Aquí quiero hacer una pequeña pausa para reflexionar. Si tú estás casada o en pareja, podrás estar pensando que no hay manera en la que estos matrimonios tengan éxito. ¿Cómo logras conocer y conectar con alguien en 10 días como para decidir pasar “el resto de tu vida” con esa persona? Y si eres soltero, soltera, entonces te preguntarás: ¿es así de fácil encontrar a LA persona?

Ahora, antes de tomar tu decisión sobre si el amor es ciego o no, me gustaría que tuvieras un poco más de contexto.

No quiero hablar de las parejas que llegaron al altar y no aceptaron casarse, y menos de las que se separaron incluso antes de las bodas, quiero hablar de las que dijeron “sí acepto”. De las 3 temporadas que ya puedes ver, hay 6 parejas que sí se casaron. Hoy en día, después de 4 años de la primera temporada, 4 parejas siguen juntas y al parecer amándose cada día más.

En nuestra sociedad, desafortunadamente nos enseñaron a medir el éxito de un matrimonio con un “felices para siempre” o el fracaso del mismo con un “se divorciaron”. Si nos basamos en estos ejemplos, estar festejando tu aniversario 4 con alguien a quien conociste durante 10 días y te comprometiste sin haberle visto jamás, me parece, sin duda, un caso de éxito al 100%, incluso si ultimadamente deciden tomar caminos separados. No estoy diciendo que haya sido fácil o que siempre hayan sido felices, pero el hecho de que sigan juntos y sigan creciendo y luchando como pareja, me parece increíble.

Responder si el amor es ciego o no es muy complicado, pues hay muchísimas variables que nos pueden llevar a respuestas totalmente distintas. El punto aquí, y con el que me gustaría que te quedaras para reflexionar, es que debemos de dejar de medir nuestras relaciones con las palabras “éxito” y “fracaso”.

Si se conocieron en la primaria, en una fiesta, en un accidente de auto, en el trabajo, en la calle o en un reality show, y establecieron una relación, desde ya son una pareja exitosa por tomar decisiones día a día que los llevan a construirse como pareja. Y si por equis o ye, deciden tomar caminos separados, entender que aunque se amen (o no) es mejor no continuar juntos, pienso que igualmente es ganancia.

Me gusta pensar que de cierta forma todos tenemos a esa persona que parece haber sido diseñada especial y exclusivamente para ti; y creo que es tremendamente mágico y sorprendente el momento en el que se alinearon los tiempos, circunstancias, vidas, astros o lo que tú quieras, que te hacen coincidir con él o ella y con quien creas algo especial de entre 8 mil millones de personas que somos en el mundo. ¿Cuál es la probabilidad?

Si estas parejas del experimento siguen juntas, es porque en 10 días lograron conectar a un nivel en donde entendieron que tenían que ser equipo y conocerse, aceptarse y lucharse a lo largo de la marcha, aunado a tener valores, ideologías y metas similares (por supuesto, no pienso que sea por arte de magia)… y las que decidieron tomar caminos separados, tienen la valentía, coraje y amor para entender que su camino no es ahí y las lecciones que tenían que aprender, ya las aprendieron. No tengo pruebas, pero tampoco tengo dudas.

Si ves la serie, me encantará leer tus comentarios.

@Tam_Mena

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