Por Edelmira Cardenas
¿Cuántos adjetivos calificativos se les ha dado a una mujer menopáusica? “Histérica”, “guanga”, “ruca” “vieja”, “aguada”, “depresiva”, etc., estos NO son particularmente positivos. Tal pareciera que una vez más, las mujeres nos enfrentamos ahora al MODO ADULTO mucho más discriminatorio, plagado de prejuicios, normas culturales, miedos, tabúes, impuestos por una sociedad que se jacta de vanagloriarse de la juventud y el atractivo sexual. ¿Cómo ser una mujer deseante y deseable en la menopausia? si se le considera irracional, deprimida, inestable, poco atractiva y como alguien enferma. ¡Oh Bendita ignorancia! Lo mismo se dijo con la primera menstruación, cuando la mujer quedaba embarazada, y ahora hacen lo propio con la menopausia. ¡Qué absurdo!
Las mujeres tenemos sentimientos, pensamientos, opiniones tanto positivas, como negativas ante la menopausia, sin embargo, ninguna otra fase de la vida ofrece a las mujeres tantas posibilidades para comprender y explorar el poder femenino. Durante siglos de negatividad cultural fuimos bombardeadas de información contradictoria, donde fue trastocado y degradado el proceso del cuerpo femenino. El camino a la maduración y entendimiento de las diferentes etapas de la mujer se ha visto empañado por una cultura que prejuzga mal la vejez. Siembran en las mujeres miedo a transitar por esta etapa, como si fuera una sentencia de vida. Decretan que tan pronto pase la menopausia, la vida de una mujer decae, se “seca”, se “agrieta”, y estamos destinadas a la depresión, abandono, cansancio, sin vida sexual, incontinencia, y resignarnos a la senectud.
Es un hecho qué en esta etapa, las mujeres ya no utilizan su energía para tener hijos, su organismo lo han calificado como decadente: pérdida de masa muscular, baja de apetito sexual, la vitalidad se va marchitando, sus pechos y sus órganos sexuales se van “atrofiando”, tal pareciera que la tragedia y la frustración están tocando la puerta en la vida de cada mujer en climaterio y perimenopausia. Ante la desinformación y el miedo a envejecer ha surgido una cultura mercadológica del “arreglo”. Se siembra en la mujer el miedo de perderse en los calificativos y señalamientos de que su cuerpo va a perder atractivo, deseo sexual, sensibilidad, o simplemente se va a desmoronar. Ante la presión, de “mantener” o prolongar la juventud sobre todo sexual, la oferta en el mercado se ha disparado para ofrecer desde rejuvenecimiento vaginal, aumento y/o reducción de labios vaginales, blanqueamiento genital, aumento o reducción del monte de venus, inyectar ácido hialurónico en la pared de la vagina “para pronunciar el punto G”, etc, etc.
La sexualidad en la menopausia es todo un tema que requiere un apartado extra (espérenlo pronto). Llegar a esta etapa con optimismo y motivación dependerá de nuestras expectativas y experiencias sexuales. Muchas mujeres bajan el ritmo sexual (no necesariamente por la falta de deseo, o situación hormonal), sino por el ritmo de vida, la situación con su pareja, los efectos del climaterio (depresión, ansiedad, insomnio, nido vacío, inseguridad, etc). Algunas de ellas han comentado que su deseo sexual ha aumentado porque ya no hay riesgo de embarazo, es como si hubieran abierto el parque de diversiones. Siempre he dicho: “el DESEO SEXUAL, en realidad, es el deseo de vida, dime como vives, y te diré como tienes SEXO”.
La capacidad para el placer sexual siempre estará presente hasta el día que te mueras. Estudios recientes demuestran que después de la menopausia las mujeres sanas, positivas, creativas, y motivadas (haya o no haya pareja), NO experimentan disminución importante en la libido, mucho menos en su satisfacción sexual, no han bajado su frecuencia sexual o en la sensibilidad genital, y continúan sin tener ningún problema para llegar al orgasmo. Lo que significa que la satisfacción y su funcionamiento sexual está determinada más por su situación de vida y pareja, sus expectativas, su actitud hacia la sexualidad, sequedad vaginal, baja autoestima sexual, su salud mental y física.
Si el promedio de vida es de 80 años, entonces la mujer vivirá más siendo postmenopáusica que “normal”, así que, mujeres “renovar o morir”. Es necesario aprender a ser deseante y deseable (a nadie se le antoja compartir con un muerto). Por ello, te invito a celebrar HOY en el Día Mundial de la MENOPAUSIA trabajando en ser más receptiva, dejando a un lado la rigidez con la que caminamos, apostando a abrir los ojos a nuevas experiencias, enriquecer nuestra inteligencia, experimentar la posibilidad de nuevas sensaciones, así como darnos la oportunidad de mantener la capacidad de asombro. Una vez que la mujer comprenda que el verdadero significado de la menopausia es el paso siguiente de iniciación en el poder personal, la continuidad de sus procesos del cuerpo femenino, reprogramación para atender su adultez, construir propósitos definidos, así como continuar su búsqueda de sentir bien rico, entonces, estará lista para envejecer DESEANTE Y DESEABLE con poder, belleza, y fuerza.
Como diría Paulo Coelho: “Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida, si insistes en permanecer en ella más tiempo del necesario pierdes alegría y el sentido del resto. Lo importante es cerrar círculos y dejar ir los momentos de la vida que se van clausurando”.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
Comments ()