Romper nuestras propias barreras para romper paradigmas

Durante estas semanas, los medios, las redes y las calles se inundan de historias de mujeres, de testimoniales de luchadoras y de muestras de sororidad que nos invitan a reflexionar sobre la sociedad que queremos y las transformaciones que debemos seguir impulsando.

Romper nuestras propias barreras para romper paradigmas
Ángela María Zuluaga
Por Ángela María Zuluaga
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En mi paso reciente por la Ciudad de México, tuve la suerte de ver algunas jacarandas, que según me contaron, empiezan a aparecer en esta época del año. Me gusta pensar que la jacaranda florece en marzo porque la naturaleza conspira con las mujeres para pintar la ciudad de morado en este mes, con este color simbólico con el cual conmemoramos la lucha de tantas mujeres por una vida digna, con seguridad, justicia y equidad. Durante estas semanas, los medios, las redes y las calles se inundan de historias de mujeres, de testimoniales de luchadoras y de muestras de sororidad que nos invitan a reflexionar sobre la sociedad que queremos y las transformaciones que debemos seguir impulsando. Sobre todo, nos hace conscientes de que aún hay muchos paradigmas por romper para que las mujeres podamos seguirnos abriendo paso en el camino de la equidad.

Para mí, la mejor forma de honrar esta lucha es recordando lo que considero más importante en la vida y reflexionando si en mi día a día estoy alineada con estos principios. Sobre todo, pienso en el ejemplo que soy para mis dos hijas, que son mi motor y la principal inspiración detrás de todo lo que hago y en el mundo que quiero dejar para ellas y para tantas mujeres con quienes trabajo y para quienes me esfuerzo en mi papel como ejecutiva en The Coca-Cola Company.

Tengo la fortuna de poder decir que, desde hace más de diez años, trabajo para una empresa que tiene la convicción de impulsar el talento femenino. Celebro la ambición de Coca-Cola de lograr que las mujeres ocupen el 50% de los puestos de liderazgo senior en la empresa, que se valore la diversidad de los equipos, y que se impulse el talento juvenil. Pero también aplaudo que no busquen sólo llenar una cuota, porque no somos una cifra. En la compañía, se le da una especial importancia a la persona, lo que puede llegar a ofrecer a la organización y potencializa esos talentos a través de capacitaciones, entrenamientos, logrando que mujeres y jóvenes puedan despegar su carrera. Lo digo de viva voz porque yo soy un ejemplo de esto. Desde una etapa temprana en mi carrera, logré obtener una vicepresidencia de región. En ese momento, como mujer, latina y joven, dudé sobre mi propio potencial, pero entendí que ni la edad ni mi género podían dictar qué tan lejos podía llegar y eliminar mis propias barreras para romper paradigmas. El resultado fue que la compañía apostó por mi talento e invirtió en mi crecimiento. Y con orgullo y agradecimiento, llevaré ahora este importante aprendizaje y experiencia a mi nuevo cargo como vicepresidenta y líder de comunicaciones integradas a nivel global.

Además, no es casualidad que, en la compañía, soy tan solo un ejemplo entre varios, de mujeres llevando cargos de liderazgo en temas de sustentabilidad. Los efectos del cambio climático y la pobreza impactan de manera desproporcional a hombres y mujeres, agrandando las brechas de género. Es por ello por lo que, en Coca-Cola, impulsamos el liderazgo femenino en los temas de sustentabilidad, lo que nos permite anclar la perspectiva de género en el centro de nuestras estrategias de cuidado del medio ambiente y empoderamiento de las comunidades. Tenemos la visión de llegar a un mejor futuro compartido y las mujeres, que son el pilar de las familias y las comunidades, son la pieza clave de esta estrategia.

Ellas son nuestras aliadas para lograr el bienestar de las comunidades en las que operamos. De la mano de mujeres como Dafne Toledo, quien, desde su tienda en Metepec, está fortaleciendo el negocio familiar, podemos asegurar que la red de negocio tradicional siga prosperando y generando bienestar económico en las comunidades. Dafne es una de cientos de miles de mujeres que son el motor de nuestra economía y a quienes impulsamos para seguir creciendo. Junto con líderes en reciclaje como Patricia Ramírez, quien lleva el mando del centro de reciclaje Recupera, y es una referente de economía circular, lograremos nuestra visión por un Mundo Sin Residuos. Patricia es parte de una gran red de acopiadoras que nos inspiran a seguir impulsando soluciones porque sabemos que, del otro lado, siempre hay mujeres que toman las oportunidades, que forman parte de nuestras iniciativas y junto con quienes seguiremos construyendo un mejor futuro compartido.

Estoy convencida que hoy más que nunca, estamos avanzando en el camino correcto, y poniendo en el mapa a las mujeres líderes, tanto dentro como fuera de la compañía, como el elemento que cambiará el panorama de los negocios y de la sociedad.

Las jacarandas, tristemente, tienen una vida corta, pero ese mar púrpura que nos rodea en marzo y lo que conmemoramos, debe extenderse y mantenernos en la lucha y progreso  constante hacia la equidad, la seguridad y dignidad para todas las mujeres.

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@AngelaZuluaga25

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


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