Primer Debate Presidencial
Los debates son los únicos momentos en donde tenemos la oportunidad de verlos lado a lado.
Por Bárbara Tijerina
No hay emoción sin respuesta corporal.
Willliam James
El debate comienza desde que llegan, Claudia lo hizo en su coche de la mano de su esposo con quien por cierto no tuvo ningún contacto visual. Álvarez Maynez llegó en un autobús anaranjado de la mano de uno de sus hijos y Xochitl en su tradicional bicicleta y en su estilo fresco y espontáneo.
Claudia llegó vestida con un traje sastre del color tradicional de Morena y con un maquillaje discreto. Alvarez Maynez con saco y camisa blanca, lucía juvenil. Xóchitl en esta ocasión en lugar de los trajes coloridos apostó por un traje blanco que en política se asocia a la lucha de las mujeres por el voto, así como a la pureza.
Los debates son los únicos momentos en donde tenemos la oportunidad de verlos lado a lado. No los queríamos ver pasivos, y hubo ataques. Al principio predominaban los nervios y veíamos a un Alvarez Maynez con una sonrisa congelada que genera desconfianza.
La expresión de la cara y el cuerpo hacen que creamos o no lo que están diciendo. Su forma de argumentar y defender sus propuestas nos dan una idea del tipo de liderazgo que podrían tener. Queríamos ver la capacidad de reacción y notamos que cuando Xóchitl atacaba directamente a Claudia no había respuesta clara y se seguía con su discurso. Xóchitl a pesar de los límites de tiempo siempre respondió a los ataques.
Xóchitl empezó nerviosa y se fue soltando conforme avanzó el debate; ella enfrentaba a Claudia Sheinbaum , mirándola a la cara y con datos en cuanto al manejo de la pandemia y el mal uso de Ivermectina. La candidata de Morena no hacía contacto visual con los otros candidatos, lo cual es delicado si sabemos que otorgamos la mirada a quien consideramos valioso, el tema de no mirar es una forma de despreciar.
Xóchitl Galvez tenía conocimiento pleno de lo que argumentaba, agilidad y espontaneidad, usaba sus manos de forma simétrica y mostraba las palmas, cuando no era su turno revisaba sus notas. Claudia estaba muy consciente de cuidar su postura y su discurso, se veía una vez más en su papel, rígida y con temas delicados suele protegerse con su brazo creando una barrera. Claudia hace de la seriedad su arma, Xóchitl tiene la cercanía.
El candidato Alvarez Maynez tomaba agua cada vez que podía, lo cual mostraba su nerviosismo.
El cierre fue muy desabrido, Claudia con su discurso plano, ensayado y Xóchitl desgraciadamente leyó sus notas, con lo cual se pierde la emoción y el contacto visual.
Y el “detalle” o resbalón del que se hablará es de Xóchitl que al hacer su última declaración abrazada de una bandera en donde el símbolo quedó de cabeza.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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