Política

La Amenaza Global de la Desinformación en 2024: Elecciones y Manipulación

La rivalidad se traduce al espacio virtual y no es extraño que las autocracias aprovechen dicho ring para buscar debilitar a las democracias.

Brenda Estefan

Por Brenda Estefan

El problema de la desinformación será especialmente relevante este año. El 2024 ha sido llamado el mega año electoral, ya que 4 mil millones de personas, la mitad de la población global, están llamadas a las urnas. La primera elección de este ciclo se llevó a cabo el pasado fin de semana en Taiwán y en los siguientes meses vienen procesos electorales en países clave para la geopolítica como India, Reino Unido, Sudáfrica, Rusia, Pakistán, Estados Unidos y, desde luego, México.

Esta ola electoral podría ser vista como un triunfo de la democracia, sin embargo los riesgos no son menores. Las campañas electorales son tierra fértil para la industria de la desinformación, y este año podría favorecer a quienes buscan fabricar una realidad alterna.

En 2023, se dio a conocer que 20 medios de comunicación, incluido el diario Le Monde, y el consorcio Forbidden Stories, llevaron a cabo una investigación sobre empresas especializadas en la manipulación de opinión pública y difusión de noticias falsas. Tres periodistas se hicieron pasar por intermediarios de un potencial cliente francés que buscaba herramientas de desinformación "llave en mano". La investigación reveló la existencia de "Team Jorge", una empresa israelí, cuyos directivos afirman haber intervenido en docenas de elecciones en el mundo. La empresa ofrece a sus clientes una amplia gama de servicios ilegales, tales como hackeo de cuentas de correo electrónico, creación de documentos apócrifos, formación de una gigantesca red de cuentas falsas en redes sociales e incluso la inserción de artículos y segmentos en los medios de comunicación internacionales.

En Brasil, en 2022, las agencias de verificación dieron cuenta de una producción masiva de desinformación durante el proceso electoral presidencial. Las últimas semanas de la campaña, el tribunal decidió ampliar su capacidad para eliminar contenido de plataformas de redes sociales. Pero ante esta situación surgen muchos cuestionamientos ¿quién decide qué se borra y qué se queda? ¿Quién es el juez de la verdad?

Para complicar las cosas, la desinformación electoral no necesariamente proviene de los adversarios políticos internos, sino que se ha probado la influencia de países en las elecciones de sus adversarios geopolíticos. La rivalidad se traduce al espacio virtual y no es extraño que las autocracias aprovechen dicho ring para buscar debilitar a las democracias.

Así, por ejemplo, la operación “Doppelgänger", identificada por META el año pasado, creó sitios web espejos de medios de comunicación reconocidos, las páginas eran prácticamente idénticas y en ellas se insertaban enlaces a artículos críticos sobre Ucrania y países occidentales, cuyos vínculos luego eran difundidos en redes sociales. Meta atribuye este esfuerzo a dos empresas rusa, una de relaciones públicas y otra de tecnología de la información.

Open AI, creadores de Chat GPT, implementan ya herramientas de rastreo y marcaje digital para identificar contenido manipulado, y han insistido en que no permitirán el uso de sus tecnologías en campañas políticas. ¿Pero cómo pueden lograr dicho control dada su fácil accesibilidad?

Es por todo esto, que quienes encabezan la Cumbre del Foro Económico de Davos, que comenzó este lunes, consideran que el mayor riesgo para el mundo este año no es el cambio climático, la economía o la salud global sino justamente la desinformación.

México no está exento de este riesgo, por el contrario, seremos epicentro de esta lucha sucia digital. Una mejor alfabetización digital, iniciativas de verificación de datos y códigos de conducta de los medios de comunicación pueden contribuir a mitigar el impacto de la desinformación, pero cada uno de nosotros tendremos también la responsabilidad de buscar asegurarnos de la calidad de las fuentes de información que consultamos.