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Medicina con M de Mujer

Incluso en decisiones 100 por ciento femeninas como la lactancia materna, son los hombres los que han tomado las decisiones en materia de salud pública.

Juana Ramírez

El 9 de agosto de 2018 el Conacyt inauguraba el Foro Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación y los 11 panelistas invitados eran hombres. Ese mismo día se realizaba la conferencia Uniendo Esfuerzos por la Lactancia Materna organizada por la Secretaría de Salud federal, y las siete personas que presidían el evento eran hombres. Sí, incluso en decisiones 100% femeninas, como la lactancia materna, son los hombres los que han tomado las decisiones en materia de salud pública. Sin embargo, las decisiones reales, esas de todos los días como llevar la atención médica a hijos, hermanos, esposos, padres y abuelos, las tomamos las mujeres. A cuál hospital o clínica acudir, a qué médico consultar y hasta qué farmacia elegir. Ellas siempre son la población mayoritaria en las salas de espera, en las visitas a los enfermos; de hecho, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud el 97% de los pacientes son cuidados por una mujer.

Mientras las mujeres representan dos terceras partes de las personas ocupadas en el sector salud, sólo el 6% de las posiciones directivas son desempeñadas por mujeres, lo que significa una muy pequeña ventana de acceso para incidir tanto en las políticas públicas como en decisiones estratégicas en el sector privado.

¿Cómo cambiar esa realidad en el sector, ahora que al parecer, gracias a la pandemia, la salud ha retomado un lugar prioritario? Así nació la iniciativa Medicina con M de Mujer: un trabajo financiado por Grupo Sohin que busca generar una profunda reflexión sobre nuestro sistema de salud y sobre el lugar que las mujeres queremos y debemos ocupar dentro del sector.

Como en la atención médica, el primer paso requería un diagnóstico objetivo de las condiciones laborales en las instituciones públicas y privadas. Para ello nos apoyamos en el equipo experto de México, ¿Cómo Vamos?, bajo el liderazgo de Sofía Ramírez, con quienes realizamos el estudio El sector salud: un ambiente disparejo para las mujeres, que muestra una radiografía que nos permitirá detonar una conversación pública en torno de las desigualdades que, aunque ya eran evidentes, ahora nos permiten sentar las bases para la creación del “Observatorio permanente de la participación y las condiciones laborales de las mujeres en el sector salud”, con el que podremos monitorear cada vez con mayor precisión temas como la brecha salarial, la informalidad laboral, la participación en posiciones de liderazgo, entre otros.

No obstante, la respuesta típica en varias industrias cuando se les cuestiona acerca de la preponderancia masculina en las posiciones directivas suele ser frecuentemente que “no hay mujeres capacitadas” para esas posiciones y para demostrar que al menos no es el caso de la salud tuve a una maravillosa cómplice: Karla Iberia Sánchez, quien en nuestra segunda aventura realizando un documental del sector parió Mujeres de la medicina mexicana, en sus palabras, “la historia de ocho profesionales de la salud bravas, extraordinarias e inolvidables”, muestra inequívoca del talento, de la convicción, fuerza y compromiso de las mujeres de las instituciones sanitarias.

El tercer elemento es parte del tratamiento: en el mes de septiembre lanzaremos una convocatoria con el apoyo de varias organizaciones privadas, entre ellas la AMIIF (Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica), para becar a 60 mujeres de alta especialidad del sector salud en un programa de desarrollo de liderazgo y habilidades directivas con una importante escuela de negocios del país. Queremos eliminar las excusas para que les abran las puertas, para que existan más y mejores oportunidades, y para que ellas mismas consideren la posibilidad de asumir esas posiciones de incidencia.

¿Cuál es el sistema de salud que queremos? ¿Cómo queremos ser atendidos en la entrada de un hospital? ¿Cómo queremos que nos traten las y los médicos y el personal de enfermería cuando atravesamos momentos difíciles y de gran vulnerabilidad? ¿Cómo queremos que nos informen el diagnóstico de una enfermedad o la evolución de los pacientes? En un México con graves problemas de obesidad en niños y adultos, en el que una de cada tres personas será diagnosticada con cáncer en algún momento de su vida, con una creciente tasa de enfermedades de alto impacto, la necesidad de una profunda transformación del sistema no se pone en duda, pero para ello las decisiones requieren la participación concreta, más allá de los temas de cuotas, de quienes trabajan en abrumadora mayoría en el sector, porque, además de sus talentos y capacidades, ellas toman más del 80% de las decisiones reales y cotidianas de su salud, de la salud de sus pacientes y de la salud de sus propias familias.

Medicina con M de Mujer es ante todo una invitación a trascender juntos retos mayúsculos y a participar en la creación de un nuevo sistema de salud que nos permita generar una realidad más honesta, con una dimensión más humana, con nuevas formas de mejorar la calidad de vida de todos los mexicanos.

*Juana Ramírez es titular de Sohin (Soluciones Hospitalarias Integrales).