Por Julia Ibarra Valencia, de 13 años.
Soy Julia Ibarra Valencia, tengo 13 años y me gusta leer, cocinar y hacer danza aérea.
Me gusta vivir el presente y no pensar en el futuro ni en el pasado, porque el tiempo no se puede recuperar.
También me gusta viajar: uno de mis más grandes sueños es ir a París y este verano se hará realidad. Entre los viajes favoritos que he tenido, está cuando fui a Inglaterra con mis tres personas favoritas, Coca, Tití y Nina. En ese viaje, fui a Cambridge, a Londres y a Windsor. Fui a conocer el set de grabación de Harry Potter, porque me encantan los libros y las películas de ese personaje. Como también me gusta mucho la comida, en ese viaje me acuerdo de un restaurante en Cambridge que vendían tortas y en donde había unas papas a la francesa con queso que hasta la fecha siguen siendo mis favoritas.
Desde que era una chiquita me acuerdo ir a Malinalco, que es mi segundo hogar: casi todos los fines de semana nos íbamos a la casa de mi abuela Coca y a su restaurante “Las Palomas”, uno de sus platos que más me gustan es la sopa de chile poblano; también en esa casa aprendí a cocinar: lo primero que me acuerdo que hice fueron unos hot cakes con Tití y también tortillas de harina hechas a mano.
Soy una persona que ama los animales, en especial los perros. Los míos se llaman Enzo y Polo, y amo también los cinco perros de mi tía Paulina que se llaman Kía, Manola, Xabi, Chibigón y Momo, estos dos últimos fueron rescatados por un refugio que les busca una casa donde vivan felices y sin violencia. En casa de Paulina, Alejandro, Mima y Totó lo han encontrado.
A lo largo de mi vida he estado en tres diferentes escuelas. En la que estoy actualmente yo la siento como si fuera mi segunda casa, y a todas mis amigas que son mi familia: siempre están para apoyarme y para decirme lo que está bien y está mal; gracias a ellas me he dado cuenta de muchos errores que he cometido en mi vida y ellas me ayudaron a resolverlos y a superarlos. Estoy eternamente agradecida con mi escuela porque me está enseñando a cómo superar los retos de la vida, y también a cómo evitarlos pero por lo que más agradecida estoy es que allí conocí a las mejores personas del planeta: Mis amigas.
Al mundo de la lectura llegué por mi abuela: yo recuerdo que uno de los libros que me leía era “La peor señora del mundo”, y ese fue el libro que me enseñó que yo podía descubrir en la lectura nuevas palabras y emociones, que sin la lectura nunca hubiera podido conocer. Ahorita estoy leyendo uno que está muy fuerte que se llama “La bailarina de Auschwitz”, un libro que me está llevando atrás en el tiempo y enseñándome todo lo que vivieron las personas durante la Segunda Guerra Mundial.
Los miembros de mi familia son las personas que más me importan, porque siempre han estado allí sin importar qué circunstancias esté viviendo. Siempre me apoyan. Las personas más importantes para mí dentro de mi familia son mi papá y mi mamá, que todos los días que los veo me divierto con ellos y aprendo mucho de ellos; mis dos hermanos que, aunque no tengo una buena relación con ellos, sé que son mi familia y que siempre puedo contar con ellos sin importar lo que pase; también mis abuelas, que con ellas aprendo cosas que nunca me imaginé que aprendería, ya que me cuentan historias de toda nuestra familia y esto hace que nunca me aburra cuando estoy con ellas. También me ponen películas originales mexicanas, que si no fuera por ellas, yo no sabría que existen. Me llevan a museos, donde conozco más sobre mi país y el mundo; mi tía, la hermana de mi mamá, es mi segunda madre, es la persona en la que siempre puedo confiar, sabiendo que su respuesta siempre me va a ayudar a ser mejor ser humano y a evitar cometer errores, y mis primos que son los con los que me divierto y juego siempre.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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