Talina, un botón suficiente para la muestra

Conocimos a una persona generosa y servicial. Un ser humano que no necesitó más de 24 horas para mostrarse lo que era y valía. Como cuando un botón es suficiente para la muestra.

Talina, un botón suficiente para la muestra
Patricia Ríos
Por Patricia Ríos Ulloa, periodista sonorense con experiencia en cobertura de temas de cultura,  legislativo y políticas de gobierno.
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Suena simple: solo fueron dos días los que me tocó convivir con Talina Fernández, pero los suficientes para sembrar en mí un grado de admiración y agradecimiento.

Mi amiga y compañera Rosy Oviedo y yo formábamos el llamado Dúo Dinámico del medio impreso El Sonorense cuando fuimos a la Ciudad de México a realizar una serie de entrevistas a gente del medio artístico. Éramos jóvenes, muy jóvenes, recién egresadas de la Universidad. Rosy era la reportera y yo la reportera gráfica. Entonces decidimos lanzarnos sin ninguna cita, pero con la ilusión de conocer cómo eran los procesos operativos de los Noticieros ECO de Televisa y por supuesto, Siempre en Domingo.

Lo primero que conseguimos fue entrar a ECO, con todas las restricciones y sugerencias de no molestar, ser serias y cautelosas. Pero no contaron con que en los pasillos nos encontramos a la Dama del Buen Decir, Talina Fernández.

Si lo hubiéramos planeado quizá no se hubiera dado; uno de los sueños del Dúo Dinámico era conocer a su conductora favorita, la cual parecía inalcanzable.

Entró a oficina y la seguimos para solicitarle una entrevista, dos minutos después Talina Fernández nos recibió con un fuerte abrazo y sabedora que éramos reporteras de un periódico de la mal llamada “provincia” (Hermosillo), pero con gran disposición y amabilidad.

Nos sentamos con ella, platicamos, tomamos algo que no recuerdo, pero lo que haya sido, seguro fue tan agradable gracias a que la señora con su actitud  nos estaba confirmando a dos nóveles reporteras que podíamos cumplir algunos deseos profesionales. Talina nos mostró ese deseo de empujarnos y que nuestro viaje resultara más productivo: nos facilitó el recorrido en los pasillos de ECO, pudimos tener contacto directo con algunos presentadores y, por si fuera poco, la entrada el siguiente fin de semana al foro de Siempre en Domingo.

Vimos y platicamos con Paco Stanley, el joven Murrieta, Toño de Valdez y varios más.

Regresamos con Talina para agradecerle su atención y fue cuando nos hizo una invitación para ir a su casa a platicar sobre nuestro trabajo como reporteras.

Al día siguiente estábamos en su residencia de Bosques de las Lomas sentadas en su sala tomando un aperitivo y conversando. En el inter, le habló a su hijo Coco para que nos conociéramos, mientras Mariana no salió de su cuarto porque había tenido trabajo un día antes y estaba descansando.

Nos dejó preguntar  de todo… tomamos las fotos que quisimos y nos hizo sentir sumamente cómodas. Se refería a nosotros como sus “amiguitas reporteras de Hermosillo”, y en varias ocasiones nos comentó que le agradaba la presencia de jóvenes comunicadoras, mujeres activas y trabajadoras.

Teníamos citas con algunas celebridades del espectáculo y procedimos a despedirnos cuando nos dijo: “esperen, les daré el nombre de la persona a quien buscarán en la entrada de Televisa y las ingresará al programa de Siempre en Domingo, ellos ya saben que ustedes harán todas las entrevistas que quieran y podrán caminar por los pasillos en el momento que deseen para que no se les vayan los artistas, pero también que puedan verlos desde el público”. La cara se nos cayó, nos invadió la emoción y fue el último momento que la vimos.

Así llegamos a Siempre en Domingo, donde también aplaudimos de pie cuando nos lo indicaban, vivimos la experiencia, pero también nos dio la oportunidad de hacer que esas dos semanas en la Ciudad de México valieran la pena; conseguimos un buen número de entrevistas exclusivas con Raúl Velasco, Lucía Méndez, Yoshio, Alejandra Guzmán, Miriam Hernández, entre otros.

En dos días conociendo a una persona extraordinaria, inteligente, interesante, jovial, pero sobre todo una gran mujer, simpática, natural; desprendida en todo sentido, de su tiempo, de su experiencia profesional, una persona que observaba, se interesaba por los demás, compartía y resolvía. Conocimos a una persona generosa y servicial. Un ser humano que no necesitó más de 24 horas para mostrarse lo que era y valía. Como cuando un botón es suficiente para la muestra.


Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


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