Por Martha Carrillo
El 2025 ha sido, para muchos, un año de transformación profunda, de echarnos un clavado interno y de hacer un inventario de nuestra vida. La astrología china lo anticipó: 2025 es el año de la Serpiente de Madera, una energía que nos invitó a mudar de piel, a aceptar que para avanzar hay que dejar ir y soltar aquello que ya no va con nosotros. La sabiduría nace de haber tocado la sombra, trabajarla y transmutarla para aprender de ella.
Muchos sentimos que en este 2025 la vida nos exigió honestidad, decisiones tajantes y una valentía emocional distinta. Fue un periodo que nos obligó a preguntarnos: ¿qué versión de mí ya caducó? Además, según la numerología, 2025 es un año nueve, ya que al sumar sus dígitos —2 + 0 + 2 + 5— obtenemos el número 9. Es decir, un año de cierre de ciclos, de cosechar lo sembrado durante los nueve años que están concluyendo.
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