Document

Por Rosa Covarrubias

Si algo puede presumir México en el deporte, es la gran calidad de clavadistas que ha tenido a lo largo de la historia.

Joaquín Capilla,  Juan Botella, Álvaro Gaxiola,  Carlos Girón, Jesús Mena, Mary José Alcalá, Fernando Platas, Joel Rodríguez, Eduardo Rueda, marcaron una pauta para que, en el siglo XXI,   Paola Espinosa, Laura Sánchez, Tatiana Ortiz,  Yahel Castillo,  Julián Sánchez, Rommel Pacheco, Jair Ocampo,  Melany Hernández, Iván García, Germán Sánchez, Alejandra Orozco y Gabriela Agúndez, todos ellos medallistas olímpicos y/o mundiales, pusieran en alto el nombre de México en esta disciplina.

Lo ocurrido en Santiago de Chile, en los Juegos Panamericanos de 2023 con el equipo de clavados es de enaltecerse, primero, porque desde enero están en un estire y afloje con la CONADE por el pago de las becas y el pago a entrenadores; segundo, porque, al igual que en otras disciplinas pertenecientes a la Federación Mexicana de Natación, buscaron apoyo de iniciativa privada para asistir al mundial de World Aquatics y a Copas del Mundo en Europa;  tercero, porque vivir en medio de la incertidumbre de, ¿a qué competencias internas debo asistir para que no me perjudique ni a nivel nacional ni a nivel internacional?, impacta de diversas formas.

Aunque al igual que en Lima 2019 se consiguieron 11 preseas, esta vez, México subió a lo más alto del podio en 8 de 10 pruebas, 7 de ellas olímpicas. Osmar Olvera se quedó con el oro en todas las pruebas que compitió, trampolín un metro, tres metros y trampolín 3 metros sincronizados junto a Rodrigo Diego.

Randal Willars, campeón en los Juegos Olímpicos de la Juventud, Buenos Aires 2018, sigue demostrando que no se equivocó en dejar Guadalajara para cumplir su sueño cuando tenía 9 años y ahora, persigue su sueño con uno de los clavados de mayor dificultad en el mundo, cuatro vueltas y media al frente; Randal se colgó dos oros en Santiago de Chile en plataforma de 10 metros, individual y sincronizados, esta última, junto a Kevin Berlín. 

En la rama femenil, Gaby Agúndez y Ale Orzco van por más. Ambas consiguieron la medalla de bronce en la plataforma de 10 metros sincronizados en Tokyo, ahora,  tras cerrar como campeonas panamericanas, el enfoque para Paris 2024 es subir de nueva cuenta al podio y una de las metas es que lo logren en individual; en Chile, Agúndez se quedó con el oro y Orozco con la plata en la plataforma de 10 metros individual. 

La prueba de trampolín de 3 metros femenil sincronizados, ha sido, quizá, la prueba que más se le ha complicado a México para obtener su clasificación. Previo a Tokyo 2020, la última vez que se había competido en esta prueba, fue en Atenas 2004.  Arantxa Chávez y Paola Pineda consiguieron el oro en los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile, ahora, la meta será buscar finalizar entre las 4 mejores duplas en el Mundial de Doha del próximo año para obtener el boleto olímpico. 

Cabe señalar que, en medio del conflicto con la FMN, el Comité Olímpico Mexicano, en un hecho inédito, puso nombres a las plazas obtenidas por los clavadistas para Paris 2024; Kevin Berlín y Randal Willars, en plataforma 10 metros sincronizados y Osmar Olvera, en trampolín 3 metros, tienen su lugar asegurado tras subir al podio en Fukuoka. Además de estas dos plazas, México consiguió en el Mundial de Natación, un boleto extra en trampolín de 3 metros varonil, una plaza en plataforma de 10 metros individual varonil y dos más en esta prueba, pero en la rama femenil. 

Doha será la última oportunidad el equipo de clavados para obtener plazas en clavados sincronizados plataforma 10 metros femenil y en trampolín 3 metros en ambas ramas, además de las dos plazas en trampolín 3 metros femenil y una más en plataforma 10 metros varonil.  

El equipo de clavados quiere y debe dejar atrás los malos ratos por los que atravesaron en el 2023, buscar concentrarse para fortalecer a los clavadistas que asistan al próximo mundial y así, llevar equipo completo a Paris 2024.

audio-thumbnail
🎧 Audiocolumna
0:00
/268.152
✍🏻
@RCova18

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.