
El seductor, exitoso, estafador y feminicida en potencia
Esa noche fue el infierno. No recuerdo bien, solo sé que esa madrugada que puso sus manos en mi cuello perdí la noción del tiempo, de lo que era el mundo, de lo quien era yo, dejé de confiar en las personas y supe de lo que algunos hombres son capaces.