Nueve horas de espera en Londres

Por Andrea Gama del Valle

Londres, Inglaterra.- El féretro de la reina Isabel II se encuentra en el Palacio de Westminster y a sus afueras se hace una fila de aproximadamente 7.7 km hasta llegar a London Bridge; se calculan nueve horas de espera para poder darle el último adiós a Su Majestad.

El ataúd arribó al Palacio de Buckingham en Londres el martes 13 de septiembre, en medio de una noche fría y lluviosa. Miles de personas, algunas de diferentes países, se han dado cita en esta ciudad y comenzaron una fila desde las afueras de Westminster Hall para despedirse de Su Reina.

Las puertas de Westminster se abrieron al público desde el miércoles 14 de septiembre a las 17:00 horas y permanecerán hasta la mañana del lunes 19, previo al entierro. La fila parece no tener fin, abarca gran parte de la orilla del río Támesis. Las personas están portando su comida en bolsas, algunos portan botanas como cacahuates, dulces, papas, refrescos; incluso comparten con los demás en lo que sucede el largo trayecto.

Al caer la noche, en la fila, algunas personas se desmayaron, otros se recostaron o se sentaron en el suelo, algunos se retiraron su calzado para descansar los pies; los niños lloraban por la desesperación de irse a sus hogares a dormir, pero sus padres los cargaron para continuar con el camino mientras ellos dormían. Los jardines del palacio olían a orines debido a la alta demanda por el uso de los baños portátiles y a basura por la acumulación de desechos.

Al final del recorrido se llevó a cabo un filtro de seguridad previo a la entrada; hasta tres militares hacían chequeo por una mochila; a todas las personas las pasaban por las puertas de escáneres corporales, mientras sus pertenencias eran monitoreadas por las máquinas de rayos X. En el último paso de seguridad, los militares estaban al tanto de todas las cosas que volvías a ingresar a tu bolsa… Una vez llegando a la puerta del palacio, la seguridad solicitó que en todo momento los celulares permanecieran apagados y guardados; en cada rincón de la capilla había máxima seguridad.

Un silencio absoluto se hizo presente en la capilla, con vibra fúnebre, el ataúd se encontraba en el centro con cuatro cirios a su alrededor y custodiado por la Guardia Real de Inglaterra. Encima del féretro la bandera “Royal Standard” junto con la corona emblemática de Isabel II que destellaba en cada punto de la sala. Se formaron dos filas del lado izquierdo y derecho para pasar a darle el último adiós a La Monarca. Algunas personas con lágrimas en los ojos susurrando su despedida, unos haciendo acto de reverencia, algunas otras personas solo observaron el féretro y siguieron su camino a casa.

Como mexicana sabía de la importancia de la reina Isabel II de Inglaterra, pero estando presente en su funeral me di cuenta de que el pueblo británico no solamente la respetaba y admiraba, sino que la veneraba. No solo por las horas de espera, sino que al estar al frente de su féretro, le manifestaban expresiones de admiración, dolor y de una pérdida irreparable para una nación.

Veo muy difícil que sus sucesores puedan lograr el impacto político y social que la monarca dejó en su legado.

@andreagama20

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