Movamos el reflector

Por Liliana Reyes, Directora General de la Asociación Mexicana de Capital Privado.

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Me sé mi currículo al derecho y al revés. Tuve que recitarlo muchas veces cuando trabajaba en el sector público, cada vez que estaba frente a cualquier funcionario a quien debía presentar los programas de apoyo empresarial que lideraba. Era casi un requisito para iniciar la conversación. En el momento en el que la persona sabía qué había estudiado, dónde había trabajado y había realizado una batería de preguntas sobre mi carrera profesional, entonces sí, podríamos hablar de negocios.

Una curiosidad más es que en las reuniones en grupo, cuando había que sentarse en mesas de trabajo con varias personas, los personificadores que se usaban nunca tenían mi título profesional. Decían: “Liliana Reyes”, así de seco.  A diferencia de mis colegas, todos hombres, no había abreviaturas. Ningún “Lic.” o “Mtra.”.

Confieso que nunca me hizo falta, pero me intrigaba saber quién diseñaba los personificadores, y por qué simplemente no se le ocurría usar los mismos recursos para todos. Pienso que tal vez esa persona asumía que yo no tenía un título, aunque para entonces ya tenía dos maestrías terminadas.

Durante mi carrera profesional fui testigo de muchos detalles así, una y otra vez; y aunque ninguna de estas circunstancias me hizo renunciar a mis objetivos profesionales tampoco me inspiró a trabajar con mayor empeño. Todos ‘jalábamos’ parejo hacia la misma meta y ya.

De pronto me encontré con los primeros role models femeninos de la industria, que hasta ese momento no había tenido cerca; eso me abrió los ojos a una forma de trabajo diferente. Colaboré en un equipo liderado por Adriana Tortajada, con quien había trabajado 10 años antes, y quien ahora me sumaba a su equipo en el Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM). Me encontré con una Adriana súper líder que me inspiró y me hizo pensar muchas veces en cómo podría lograr hacer lo que ella hacía.

Hasta hoy, ella es un modelo a seguir, mi consejera y sabemos que juntas, crecemos para ser un ejemplo para que muchas otras mujeres puedan crear una comunidad e impulsar sus carreras profesionales.

En ese momento entendí que esta era la chispa que me faltaba y sé que a Adriana le aprendí todo lo que pude para, después, liderar mis propios equipos y proyectos bajo la idea de que el talento no tiene género, pero que las mujeres necesitan ganar espacios profesionales y ser vistas por el valor que generan.

Estoy convencida de que una de las claves para modernizar, potenciar, impulsar, crecer y fortalecer a cualquier industria es hacer visibles a las mujeres inspiradoras que ya están demostrando de lo que son capaces de hacer. Esas mujeres que impulsarán a nuevas generaciones –o hasta a su propia generación– a tomar riesgos, a aprender, a emprender, a ser decisivas y a participar en sectores ultra especializados.

En 2018 me convertí en la directora general de la Asociación Mexicana de Capital Privado (AMEXCAP), una industria en la que también había pocos role models femeninos a pesar de que en los fondos y en las empresas las mujeres sí estaban marcando una diferencia. De hecho, la directora anterior de la Asociación, María Ariza, ya se había convertido en una inspiración para mí y para muchas otras mujeres. Entonces, era clave continuar su legado.

En AMEXCAP hicimos el primer estudio de inclusión y diversidad de género en la industria de capital privado y descubrimos que el 80% de las mujeres que entran a trabajar en la industria no alcanzar un puesto de alta dirección, lo que refleja las escasas oportunidades que hay para las mujeres debido a la falta de políticas de inclusión y de la escasez de role models. Imaginemos que una estudiante recién graduada de la universidad encuentra su primer trabajo y observa a mujeres en posiciones de toma de decisiones, seguramente tendrá una aspiración para escalar posiciones hasta llegar a esa y su confianza crecerá con un sustento sólido para competir en una industria dominada por hombres.

Con esto en mente, desde AMEXCAP me propuse marcar una diferencia; me di cuenta que es súper necesario que las historias de las mujeres que forman el capital privado en México fueran públicas, visibles. Así que nos aliamos con Women Index, un directorio de mujeres expertas en distintas industrias que sirve como una comunidad en donde cualquiera puede encontrar nuevas aliadas, talento y visibilidad.

Así, junto con Women Index, desde AMEXCAP pudimos mapear datos interesantes que nos permiten tener una idea de la participación de las mujeres en la industria. Iniciamos con 50 casos y, a partir de ellas, pudimos reconocer que 74.5% cumple con dos o más funciones en el fondo de inversión al que pertenece –algunas, hasta cinco –. También sabemos que el área en donde más tienen presencia es en Relación con inversionistas.

Y si bien, en el capital privado hay mujeres que trabajan todos los días para robustecer la industria, sólo 17.6% de ellas son socias de los fondos de inversión en donde se desenvuelven.

Me intriga saber por qué, ya que todas las mujeres que participaron tienen una preparación variada, rica y exitosa. Tal vez es porque hasta el momento, sus historias no son tan públicas y justamente por eso nos sumamos al Women Index, para que la carrera de estas mujeres sea visible, reconocida y potenciada.

Hoy ya conocemos la historia de 50 mujeres, falta conocer a todas las demás que son parte de la industria y que, con su trabajo y visión, aportan esa diversidad de ideas que impulsa e impulsará el trabajo que estamos haciendo como gremio para mantenernos actualizados, romper nuevas fronteras y crecer.

Como líder de la Asociación que representa a la industria, quiero mover el reflector para que haya más role models, más inspiración para otras mujeres y se reconozca el valor que cada una  suma a un equipo de trabajo y sólo lo podremos hacer conociendo sus historias y sumándose a esfuerzos como el Women Index de Capital Privado.

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.

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