Por Raquel López-Portillo Maltos*
“Resulta que las mujeres disfrutan de tener derechos humanos y votamos,” expresó la ex Secretaria de Estado, Hillary Clinton, luego de que se dieran a conocer los primeros resultados de las elecciones intermedias en Estados Unidos. Si bien se preveía que el aborto sería un elemento relevante en la decisión final del electorado al ser ésta la primera elección tras la decisión de la Suprema Corte de Justicia de revertir el fallo de Roe v. Wade, este tema rápidamente pasó de ser un factor de influencia a ser uno decisivo.
El escenario de un triunfo avasallante del Partido Republicano no se materializó, a pesar de la tendencia histórica en donde el partido gobernante tiene un peor desempeño en las intermedias, la baja popularidad del Presidente Joe Biden y la creciente preocupación por cuestiones como la alta inflación y la inseguridad. Pese a que hay distintos ángulos desde los cuales se puede dar lectura a los resultados, innegablemente la protección de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres fue uno de los componentes determinantes que revirtió la vaticinada “marea roja”.
Además de las encuestas que muestran cómo la ciudadanía tomó el tema como uno de los factores más importantes en su intención de voto, esta premisa se evidencia en dos sentidos. Por un lado, los estados de California, Michigan, Vermont, Montana y Kentucky incluyeron a manera de referéndum el derecho a la interrupción del embarazo en sus boletas. En todos los casos prevaleció la protección por encima de la restricción de este derecho. Si bien esto no es sorpresa para un estado como California, sí lo fue en los casos como el de Kentucky, un estado tradicionalmente conservador en donde se votó en contra de la eliminación del aborto en la Constitución estatal, y el de Montana, en donde se frenó la iniciativa “Born Alive”.
Por su parte, los votantes de California, Michigan y Vermont aseguraron una serie de protecciones en sus constituciones estatales. En un escenario en donde la anulación de Roe v. Wade llevó al establecimiento de prohibiciones en 12 estados y a dejar este derecho en las manos de las legislaturas estatales, los resultados de este primer ejercicio de consulta muestran no solamente en dónde está parada la voluntad popular, sino también la posibilidad de que esta dinámica pueda replicarse en otros estados.
Resulta más interesante aún ver cómo dichos referéndums impactaron en los resultados de las contiendas a gobernadores, senadores y representantes, en donde el triunfo Demócrata se materializó notoriamente en aquellos estados en donde la protección al derecho al aborto estaba en riesgo.
Dos ejemplos que ilustran esta tendencia son Nueva York y Michigan. Nueva York es un estado tradicionalmente demócrata en donde el derecho al aborto se ha mantenido protegido desde 1970 y no hay planes para que esto cambie. Pese a que la candidata demócrata Kathy Hochul logró ganar la gubernatura tras una disputada contienda, su partido perdió cuatro escaños tradicionalmente azules en la cámara baja, los cuales podrían poner en jaque la posibilidad de una mayoría Demócrata. Por su parte, desde los años setenta, en Michigan los cargos de elección popular han ido alternando entre ambos partidos. En esta ocasión en donde el derecho a la interrupción del embarazo estaba en riesgo, los demócratas ganaron la gubernatura y recuperaron el control total de la Legislatura local por primera vez desde 1983.
Esto no es gratuito, pues los candidatos Demócratas realizaron una fuerte campaña en torno al apoyo al aborto legal, mientras que la mayoría de los republicanos evitaron tajantemente el tema en un intento de redireccionar a los votantes hacia otros asuntos prioritarios. Pese a que los resultados pueden ser percibidos como un triunfo para las organizaciones de la sociedad civil y la ciudadanía que se movilizó en pos de esta causa, la lucha por la protección de este derecho no culmina aquí.
Aunque ya es un hecho que los demócratas tendrán el control del Senado, aún queda por ver qué partido consigue la mayoría en la Cámara de Representantes cuando se definan los conteos pendientes. En el probable escenario de un control de la Cámara por parte de los Republicanos, es previsible que se abran las puertas a mayores prohibiciones estatales en los próximos meses. En este sentido, será clave el quehacer de las cortes estatales, así como de los fiscales generales recién electos quienes tendrán un papel decisivo en la interpretación y aplicación de iniciativas en este tema.
Aunado a ello, hace unas semanas, el Presidente Joe Biden prometió codificar las protecciones estipuladas en Roe v. Wade en enero de 2023 si su partido se imponía en las elecciones. Aunque presentara dicha iniciativa, difícilmente sería aprobada sin una mayoría en la Cámara de Representantes y al no contar los 52 escaños necesarios para superar la resistencia de su partido en el Senado, por lo que la materialización de estos planes dependerá en gran medida de mecanismos como órdenes ejecutivas y acciones administrativas.
Los resultados de las elecciones de medio término de este año permiten concluir que existen preocupaciones sociales que van más allá del partidismo. En este caso en particular, el electorado dejó en claro que el gobierno no debe inmiscuirse en decisiones estrictamente personales. La marea verde sobrepasó a la roja; ahora es tarea de los demócratas mantener su bandera de libertad reproductiva más allá de las promesas de campaña.
*Licenciada en Derechos Humanos y Gestión de Paz por la Universidad del Claustro de Sor Juana y maestrante en Gobierno y Políticas Públicas por la Universidad Panamericana. Se ha desarrollado en los sectores público, privado y de la sociedad civil en materia de seguridad, análisis político e igualdad de género. Actualmente se desempeña como analista estratégica para América Latina. Es Asociada del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI) e integrante de Generation Democracy del International Republican Institute.
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