Hay de ataques a ataques al INE
El INE se vuelve inservible y el gobierno puede retomar la función electoral. El riesgo sigue latente, aún con el respiro que da la suspensión.
Por Ivabelle Arroyo
1. La Suprema Corte de Justicia ha detenido momentáneamente la aplicación de reformas para la organización electoral en México, pero eso no garantiza que se alcancen los votos necesarios para eliminarlas.
2. Las cuatro listas de aspirantes a consejeros del INE privilegian perfiles cercanos al partido en el gobierno, pero eso no implica la destrucción del Instituto o la parcialidad en el conteo de votos.
Empiezo con las reformas detenidas. En cuatro leyes, los legisladores se las arreglaron para compactar la tubería electoral en 82 por ciento. Ocho de cada 10 funcionarios expertos, que obtuvieron su lugar por concurso, serán despedidos, la estructura territorial se elimina y las reglas de vigilancia a los partidos cambian. Eso complica la jornada electoral y quita a un guardián estorboso que multaba y opinaba. No, no es cierto que esta reforma es para ahorrar o para hacer un INE más imparcial. El recorte burocrático es brutal pero insignificante en términos de recursos públicos. A los partidos no se les quita un peso y no hay un solo cambio en la reforma que refuerce la autonomía y la imparcialidad de los funcionarios electorales. Ni una.
