Por Laura Pérez Cisneros
Andrew no salía de su elegante habitación de
Mientras Sarah su ex se abanicaba cual duquesa
Obligaban reverencias a sus súbditos sin ser ya “su alteza”
Porque el ducado su hermano le dijo era ya una bajeza
El príncipe en sombras deslumbrado quedó con la belleza
De una catrina con corona y joyas que le susurró que además de su vida, se llevaba hasta su título de príncipe de la realeza
Andrew besó sus frios labios sin saber que sería
El pasaje del palació al más allá con la huesuda ,en el comité de recepción sin alfombra y con reclamos estaban Jeffrey y Virginia el amigo y la victima que por patas se han llevado al ya no príncipe que lamentará cual llorón su vida en desgracia.
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