Por Marilú Acosta
El Camposanto está parado,
Gritan los siervos de La Muerte:
¡Estos vivos tienen demasiada suerte!
Aún sin ningún resultado,
Sus jornadas extenuantes los convierte
En trotamundos de estado.
¡Queremos descansar de tanta muerte!
Exclaman los siervos agotados,
Las plegarias se van con la Santa Muerte
Y nosotros ni somos sus empleados.
No es que no queramos tenerte,
Somos siervos determinados,
El problema con tanta muerte
Es que vamos atrasados.
No tenemos miedo de perderte
Entre tanto huachicolado,
En algún momento vamos a retenerte
Aún sin tu palacio, te tenemos ubicado.
Sólo un refrigerio, advierte La Muerte
Y denme su mejor lado,
Necesito que todos se me despierten
No se olviden que siguen siendo mis soldados.
Hemos de transformar
Todo este malestar
En la mismita muerte del bienestar
Ustedes a trabajar
Claudia los demás va a callar
Mientras yo me voy a viajar.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.

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