Placeres ocultos
La historia de Camila no es diferente de lo que nos pasa en la realidad, sin darnos cuenta, sin estar consciente vamos repitiendo patrones de conducta por generaciones enteras.
Por Martha Carrillo
Camila es una showrunner que va a presentar a una plataforma de streaming el primer capítulo de una serie en la que ha trabajado mucho, el día en el que ella cree que le va a cambiar la vida por su éxito profesional, le cambia, pero por otra razón. Justo al llegar a las oficinas recibe en su celular un video sexual en el que ella es la protagonista. En este todo se trata de Camila, la cara del hombre con el que tiene relaciones no se ve y pronto ella se hace viral bajo el hashtag #ladymultiorgasmos
El escarnio público es brutal y su vida colapsa. En todas las redes es calificada con mil adjetivos peyorativos que ninguna mujer debería recibir. Su madre decide acogerla en su hogar al ver que tiene sentimientos depresivos y que incluso piensa en quitarse la vida ante la presión social tan apabullante. Al estar en casa de su madre, descubre un escrito que dice: ¿Por qué no puedo vivir mi sexualidad como yo deseo? ¿Por qué los demás quieren decirme a quién amar? ¿Por qué debo vivir placeres ocultos cuando deseo vivirlos a la luz del sol? Camila se impacta al leer estas palabras, que bien podría haber sido escritas por ella y se sorprende al darse cuenta que pertenecen a su bisabuela Yaya quien vivió cien años atrás y a quien la iglesia la tachó de pecadora, al ser expuesta su sexualidad, de la misma manera en la que a su bisnieta la juzga una sociedad por internet.
