Jóvenes mexicanos olvidados en la campaña presidencial: ¿Dónde están las propuestas para el futuro?

Estamos a menos de seis meses de que concluya el gobierno que se presentó como la administración de la esperanza y, en estos años, solo un grupo de jóvenes pudieron obtener becas para seguir estudiando y apoyos para aprender oficios si no tenían ni trabajo ni estudios, pero no han sido suficientes.

Jóvenes mexicanos olvidados en la campaña presidencial: ¿Dónde están las propuestas para el futuro?
Nurit Martínez

Por Nurit Martínez

Al cumplirse los primeros 45 días de campaña presidencial en México, las candidatas han hablado poco a los jóvenes, pero lo más sorprendente es que el candidato Jorge Máynez, que podría identificarse con ellos, hablar su idioma, tampoco lo ha hecho.

Ello podría pasar si al menos en sus mensajes, tanto Claudia Sheinbaum como Xóchitl Gálvez, tuvieran propuestas concretas articuladas para brindarles un futuro con certeza, con oportunidades para que sean los protagonistas de México a mitad de siglo.

Estamos a menos de seis meses de que concluya el gobierno que se presentó como la administración de la esperanza y, en estos años, solo un grupo de jóvenes pudieron obtener becas para seguir estudiando y apoyos para aprender oficios si no tenían ni trabajo ni estudios, pero no han sido suficientes.

Los diagnósticos sobre las condiciones de desarrollo de la juventud muestran un futuro de incertidumbre: reducidas alternativas para seguir estudios superiores, condiciones laborales escasas o precarias, pero lo más preocupante es que en estos años han sido los protagonistas de la violencia.

La principal causa de muerte entre los adolescentes es el homicidio; una tercera parte de quienes murieron de manera violenta en el país eran jóvenes, y tres de cada diez de los que fueron sentenciados por homicidio en ese mismo periodo también pertenecen a este grupo.

No podemos olvidar que en este periodo los feminicidios de las jóvenes se incrementaron un 40 por ciento, según El Futuro de los Jóvenes Pobre en México, un estudio financiado por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías y realizado por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, El Colegio de Michoacán, El Colegio de San Luis y el Instituto Mora.

En el análisis del padrón electoral, lo primero que han advertido los partidos políticos en disputa es que son ellos el grupo más complejo a convencer en la contienda electoral.

Según ese estudio realizado en Baja California, Ciudad de México, Chiapas, Estado de México, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, San Luis Potosí, Sonora y Veracruz, los jóvenes carecen de acceso efectivo a los derechos sociales y son víctimas de diferentes formas de violencia, pero eso no significa que sean espectadores de su propia situación, todo lo contrario.

“Su participación sigue siendo sumamente relevante para la sobrevivencia de sus hogares, donde tienen una importante carga de responsabilidades. Acusan que las condiciones de sus empleos son reprochables y están dispuestos a realizar diferentes tipos de actividades para ganarse la vida, aunque impliquen riesgos y carezcan de prestaciones”.

Frente a todo ello, las tres candidaturas no han sabido hablar de forma directa a los jóvenes, más bien han sido los universitarios los que los han puesto en aprietos en diferentes encuentros cerrados.

Las propuestas son generales y ninguno de ellos crea expectativas para construir un escenario que les permita vislumbrar un futuro en donde, por ejemplo, la educación sea revalorada como movilidad social no solo como una alternativa para tener recursos para sobrevivir. La educación es más que ello.

Estamos a mitad del proceso electoral y el tiempo se acorta para llegar a los jóvenes de manera concreta y clara. Se requiere algo más para brindar certidumbre y querer conquistar el escaso voto de los jóvenes que se acercan a la política; de lo contrario, las candidaturas contribuyen de esa forma a alejarlos aún más.

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