Ciudad de México - El jueves pasado, con mucha alegría fuimos a celebrar las primeras 100 representaciones del musical Aladdín, el cual sin duda cuenta como un hermoso acto de escapismo. Mucho de lo que hay en el entretenimiento estos días nos está haciendo reflexionar más que separarnos de la difícil realidad mundial. Eso es maravilloso, simplemente vean Batman con los ojos muy abiertos y verán muchas referencias a esa devastadora y frustrante búsqueda de justicia para tantos. De los alcances de la corrupción. Todo. Pero ya había visto Batman, y quería irme a ver cómo el joven ladronzuelo baila y canta y vuela en su alfombra voladora.  

Me senté felizmente acompañada lista para escuchar esa increíble obertura de Alan Menken y antes de apagar el teléfono (procuro hacerlo siempre en el teatro) me asomé a los titulares del mundo. La planta nuclear más grande de Ucrania estaba siendo atacada. Había un incendio. Los expertos ya hacían comparaciones apocalípticas con Chernóbi…