La palabra padre y sus asociaciones

Paternalismo, patricio, patriarcal, patriarcado, patria, macho y machismo entre otras, que provienen de la idea de una masculinidad tradicional, hoy considerada tóxica.

La palabra padre y sus asociaciones

Por Edmée Pardo

A la palabra padre van asociados vocablos que enmarcan cejas, cruzan brazos y alzan puños: paternalismo, patricio, patriarcal, patriarcado, patria, macho y machismo entre otras, que provienen de la idea de una masculinidad tradicional, hoy considerada tóxica, que define la manera de ser hombre como superior, dominante, fuerte, valiente, competitivo, ganador, sin sentimientos mostrables, definidor de leyes y límites, creadora de víctimas, hombres y mujeres, de este sistema de creencias. La figura parental de ese modelo es distante y autoritaria, cuyo único objetivo, si acaso, es crear adultos productivos. En la búsqueda de otras maneras de ser y hacer, fruto de un entendimiento más amplio, se buscan otras prácticas paternales para celebrar y emular que necesitan  nombrarse de otra manera.

Este domingo, ¿qué tanto nos podimos conmover con la imagen del macho orgulloso y sonriente que alza al hijo entre sus brazos –casi como el rey león cuando muestra al pueblo el nuevo monarca– cuando sabemos que está heredando una cultura limitante, causante de enormes daños sociales, que los enjaula y somete a las mujeres? ¿Qué tal de poco conmovedora es la imagen de un individuo entregando a la hija en el altar, cuando entendemos que solo reafirma que las mujeres pasamos de manos de un hombre a otro sin voluntad propia? ¿Qué tal de sospechosa es la imagen de un patriarca en la naturaleza, al estilo Baden Powell, que reproduce el modelo colonial de dominar la tierra para su explotación y beneficio personal?

Lo que planteamos es la construcción cultural de un vínculo sanguíneo o de crianza, donde los hombres dejen de ser periféricos y sean participativos e igualitarios en favor de sí mismos y de sus familias en beneficio de su mundo emocional y social si se atreven a hacer las cosas de otra forma.  A esa otra forma de ser padres se le llama paternidad consciente. Una combinación de sustantivo y adjetivo diferente que señala realidades distintas para las que necesitamos otras imágenes que rompan el estereotipo de papá.

Un padre consciente tiene ánimo para cuestionarse y aprender, no solo repite modelos. Es una persona que cría a partir de su crecimiento personal y del valor para contribuir a un mundo menos cómodo para sí mismo, pero mejor para la mayoría. La paternidad consciente es una modalidad abierta, en constante evolución, que no quiere detentar el poder, sino que busca el bien común. Un hogar sin patriarcado, machismo ni cabeza de familia, no quiere decir un hogar caótico, sin liderazgo ni guía. Quiere decir un espacio donde el vínculo emocional sano es prioritario y donde las decisiones se toman en equipo con los compañeros de crianza de manera horizontal.

Afortunadamente tengo un padre vivo y sano a quien celebrar con cualquier pretexto, así que me sumo al ánimo festivo de estas fechas. Ya no es el hombre joven patriarcal que me crió, sino un señor abierto a otras conductas fruto del cambio que los hombres pueden hacer a sus 83 años.

@edmeepardo

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