¿Cómo se vive la frontera mexicana con la llegada de venezolanos?

Los movimientos migratorios que se viven en la actualidad, a nivel mundial, nos hacen ver la difícil situación que atraviesan millones de seres humanos.

¿Cómo se vive la frontera mexicana con la llegada de venezolanos?

Por la Dra. Gloria Ciria Valdéz

Los movimientos migratorios que se viven en la actualidad, a nivel mundial , nos hacen ver la difícil situación que atraviesan millones de seres humanos que sufren las consecuencias de implementación de políticas económicas  neoliberales, crimen organizado, despojo de recursos naturales, guerra, desastres naturales, persecución, pobreza, etc.

En el caso de la comunidad venezolana, datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), establecen que aproximadamente 7.1 millones de ellos, el 20 por ciento de la población,  viven fuera del país como migrantes o refugiados.

Amnistía Internacional reporta que hay casi 2.5 millones de venezolanos en Colombia, 1.5 millones en Perú, 500 mil en Ecuador y 450 mil en Chile. El director adjunto de este organismo Juan Navarrete, explica que las condiciones para que los venezolanos permanezcan en esos países se han endurecido por lo que ahora buscan rutas hacia el norte.

Los datos siguientes describen lo anterior: en agosto del 2022 la patrulla fronteriza de Estados Unidos registró 24,349 encuentros con venezolanos y en septiembre 33 mil en la frontera sur entre México y Estados Unidos según el Departamento de Seguridad Nacional de ese país.

Por lo anterior, el gobierno de Joe Biden anunció en semanas pasadas una política para expulsar a México a hermanos venezolanos que ingresen a ese país sin autorización. Además, se dijo que el gobierno estadounidense otorga 24 mil visas humanitarias a venezolanos que cumplan con los requisitos.

Lo anterior es una galimatía ya que para otorgar visas humanitarias se requiere que las personas hayan entrado de forma regular a Estados Unidos, por avión, y eso no se cumple, pues la mayoría de venezolanos entraron por tierra.

Por estas razones en semanas pasadas, estados de la república mexicana, como el de Sonora y Baja California, presenciaron la llegada de cientos de venezolanos.

En la capital del estado de Sonora, Hermosillo,  los albergues de la sociedad civil no se dieron abasto.

En días pasados entrevistamos a algunos hombres, mujeres, niños y adolescentes de ese país. Los adultos comentaron que todavía no sabían qué hacer, si irse o quedarse  mientras tanto, se les extendió por parte del Instituto Nacional de Migración, un permiso por 30 días. Algunas personas encontraron trabajos eventuales con la idea de juntar dinero para regresar, otros indicaron que intentarían volver a Estados Unidos.

La población más vulnerable, sin duda alguna, son los niños, niñas y adolescentes migrantes.

El Programa de Asesorías Escolares Gratuitas de El Colegio de Sonora, recibió el miércoles pasado a 14 niños, niñas y adolescentes venezolanos. La preocupación principal de las madres es que puedan seguir su escolaridad. Muchos de los niños tienen hasta un año sin ir a la escuela. Han transitando durante meses junto con sus familias por Colombia, Ecuador o Perú hasta llegar a México.

La situación migratoria que se vive en Sonora no es nueva. Sin embargo se hace más visible en la actualidad por el incremento del número de migrantes que llegan y en la cantidad de los que deciden quedarse por un tiempo o indefinidamente.

¿Estamos listos para ello? No.

Es necesario diagnosticar:  ¿Quiénes son? ¿Dónde están? ¿Cuántos son? ¿Cuántos niños y adolescentes? Etc. De ahí podremos partir para ordenarlo: ¿Cuántos decidieron quedarse indefinidamente? ¿Se les ofrecerá el trámite del refugio?. Etc.

Ordenar para gestionar: ¿Cuántos niños, niñas y adolescentes necesitan ir a la escuela además de servicio médico? ¿Cuántos necesitan vacunarse? Etc.

En una entrevista me preguntaron si a quien le tocaba hacer lo descrito en párrafos anteriores, comenté que era necesario avanzar hacia la construcción de una secretaría o subsecretaría de la migración como en Baja California y Michoacán; o un Instituto de la Migración como en Nayarit y Tamaulipas.

Sonora tiene todo para ser un estado ejemplo en la construcción de una política pública respetuosa y basada en los derechos humanos hacia la población migrante.

Las leyes vigentes como la de Proteccion y Atencion  al Migrante (Ley PAM) y la estatal de Atención a Niños Niñas y Adolescentes Migrantes deben de revisarse y actualizarse acorde a las necesidades migratorias que vive el estado.

Considero que el gobierno ha mostrado sensibilidad en estos temas y que hay muchos servidores públicos con muy buenas intenciones.

Sin embargo, hace falta mucho que hacer.

Hay que transitar de las buenas intenciones a la práctica. Por ejemplo es necesario operar una oficina de la Comisión Mexicana de Atención a Refugiados, COMAR, en Sonora, e instalar un comité de migración en la Comisión Sonora-Arizona la cual  tiene más de sesenta años los mismos años que tiene invisibilizando el tema migratorio.

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* Coordinadora del Seminario Niñez Migrante.

SNI-II

Pertenece al Grupo de Trabajo de Política Migratoria (GTPM)


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