
Los malditos particulares, los malditos jueces
El 28 de enero de 1910, un maldito particular pidió que el Poder Judicial se pusiera de su lado con un amparo. Era Jesús Zapata y lo hizo a favor de su hermano Emiliano.
Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.